En la era actual, donde las fronteras del trabajo se han difuminado y la flexibilidad es clave, optimizar el rendimiento de los colaboradores se ha convertido en un desafío apremiante para las organizaciones. Si bien las oportunidades son enormes, el lograr que los empleados ofrezcan su mejor trabajo de manera sostenida es un reto. ¿Cómo enfrentar este desafío y maximizar el potencial de tu equipo? Exploramos dos claves esenciales para desbloquear el rendimiento óptimo en este mundo en constante cambio.
La realidad actual
En la actualidad, menos del 50% de los empleados rinden al máximo, lo que significa que ofrecen su mejor trabajo de manera consistente y sostenible. Esto no solo impacta la capacidad de innovación de la organización, sino también su habilidad para atraer y retener a los mejores talentos. Aunque la autonomía y la flexibilidad laboral son valoradas, falta una pieza clave: guiar a los empleados hacia el máximo rendimiento.
Clave 1: Indicadores de Rendimiento.
Los indicadores de rendimiento son como faros en la oscuridad laboral. Proporcionan orientación sin restricciones, permitiendo a los colaboradores tomar decisiones informadas sobre su desempeño. Imagina una señal que indique si estás en el camino correcto, si estás manteniendo un ritmo sostenible y si estás progresando hacia tu máximo potencial.
Las organizaciones que permiten la autonomía sin guía pueden esperar que solo el 25% de sus empleados rinda al máximo.
Proporcionar señales de rendimiento puede duplicar o incluso triplicar el porcentaje de empleados con un rendimiento óptimo.
Guía y señales de rendimiento efectivas también reducen los riesgos en áreas como atracción, retención y rendimiento.
Clave 2: Plan de acción para el rendimiento óptimo.
¿Cómo implementar indicadores de rendimiento efectivos? Aquí tienes un plan de acción:
Evalúa el Diseño del Trabajo: Examina los datos disponibles sobre los desafíos del diseño laboral. Define los retos clave y desarrolla temas de debate para equipos de todos los tamaños. Invita a equipos ejecutivos a aplicar soluciones en toda la organización.
Integra el Bienestar en la Estrategia: Identifica componentes de bienestar que la organización puede influir directamente. Personaliza decisiones de bienestar para líderes empresariales y colaboradores, con el apoyo de RR.HH. Asegúrate de que el bienestar esté en el centro de la estrategia organizativa.
Evalúa el Diseño del Trabajo: Analiza el diseño del trabajo, desde actividades diarias hasta estructuras más amplias. Desarrolla guías para que los directivos consideren el bienestar en las reuniones y flujos de trabajo. Comunica la estrategia de bienestar integrada a RR.HH.
Reconoce el Alto Rendimiento: Reevalúa programas de bonificación y reconocimiento. Define momentos de alto rendimiento y los comportamientos que los impulsan. Simplifica el proceso de reconocimiento y establece medidas para garantizar la equidad.
Conclusión
En un mundo laboral en constante evolución, desbloquear el rendimiento óptimo de los colaboradores es esencial para el éxito organizacional. Proporcionar indicadores de rendimiento y adoptar un plan de acción centrado en el bienestar y el reconocimiento son pasos cruciales. Al hacerlo, las organizaciones no solo aumentarán el rendimiento, sino también la satisfacción y retención de los empleados. Mantente a la vanguardia en este cambiante panorama laboral y permite que tu equipo alcance su máximo potencial.
